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Tipos

Tipos de Motricidad.




  Motricidad gruesa.

Es la motricidad que reúne todo lo relacionado con el desarrollo cronológico del niño, especialmente en el crecimiento del cuerpo y las habilidades motrices, es decir, se refiere a todos aquellos movimientos de la locomoción y desarrollo postural como andar, correr y saltar. Por ejemplo: El niño al año de edad se puede mantener de pie un momento y caminar con ayuda de un adulto. Al año y medio ya puede caminar solo y subir escalones sosteniéndose de alguien, percibe todo, se le despierta la curiosidad, se inclina y es capaz de levantarse solo, se sienta en una silla sin ayuda. A los dos años puede correr y saltar a dos pies juntos, se pone en cuclillas y sube y baja escaleras  apoyado de  la pared. A los 3 años controla bien  su cuerpo y se consolidan bien las habilidades motoras adquiridas. A los 4 años, corre de puntas y es capaz de saltar en un solo pie. Se mueve, salta y corre sin parar. A los 5 años, el sentido del equilibrio y del ritmo está perfeccionado. A los 6 años la maduración  está prácticamente completada, por lo que a partir de este momento  y hasta los 12 es el momento idóneo para realizar actividades físicas que favorezcan el equilibrio y la coordinación de movimientos. Por lo anterior, es importante que desde niño se inicie un aprestamiento motriz, pues desde el primer año de vida, se debe aumentar no solo su preparación física sino también mejorar su inteligencia  para que tenga una mejor adaptación al medio que lo rodea.

Motricidad fina

Se refiere a los movimientos realizados por una  o varias partes del cuerpo, que no tienen una amplitud, sino que son movimientos de más precisión. Es decir son todas aquellas actividades que necesita el niño para realizar con más atención  y un elevado sentido de coordinación.
Por ejemplo: Alrededor del año de vida del niño y sin ningún aprendizaje, la motricidad fina aparece: introduce pequeños objetos en agujeros, botes o botellas.

Esto implica un nivel elevado de maduración y un aprendizaje largo para la adquisición plena de cada uno de sus aspectos, ya que hay diferentes niveles de dificultad y precisión.

la motricidad fina se clasifica en:

Coordinación óculo manual

Es la capacidad coordinativa simultánea entre el ojo y la mano, o la de independizar la actividad manual con el objeto o elemento que se ve.
Por ejemplo: Coser, alcanzar objetos al vuelo, escribir, dibujar, peinarse o escribir en el computador.

Condiciones para una correcta coordinación ojo mano:

  • Desarrolla el equilibrio general del propio cuerpo.
  • Trabajo independiente de los músculos.
  • Coordinación adecuada de la mirada a los diversos movimientos de la mano. Lateralización bien definida, es decir independencia de la derecha de la izquierda, expresada por el uso predominando de cualquiera de ellas y la utilización de los dos segmentos corporales y los dos lóbulos cerebrales, más la visión a la vez
  • Saber adaptar la actividad muscular a su capacidad física.
  • Tener desarrollado el sentido de la dirección.
 Coordinación fonética.

La coordinación fonética, es fundamental en la formación y educación del niño ya que es  aprender, conocer y adquirir  el lenguaje y  es importante para la integración del ser a la sociedad; esta debe ser continua para garantizar un buen dominio de ella.
Por ejemplo: En los primeros meses de vida el niño descubre la posibilidad de emitir sonidos, pero carece de la maduración suficiente para realizar la emisión sistemática de cualquiera de ellos; a medida que crece, ira emitiendo silabas y palabras, que deben tener respuesta de parte del adulto, para que le estimule a seguir el juego de decirlas  y con esto aprenderá nuevas palabras. Mediante la muestra visual de ellas, podrá identificar con personas, animales o cosas y por eso es importante hablarle al niño claro y bien vocalizado.
Así al año y medio, el niño no sabe muchas palabras, pero está en capacidad de iniciar un lenguaje sencillo, juntando varias palabras al principio y organizando frases simples después.
Entre los 2 o 3 años aumenta la posibilidad para sistematizar su lenguaje y mejorar la emisión de sonidos. Adquiere conciencia para la estructuración  de las frases y hacerlas cada vez más complejas. Y al finalizar el tercer año quedan algunos sonidos por perfeccionar y algunas irregularidades gramaticales y sintácticas que deben ser consolidadas, pero el niño en esta etapa ya puede expresar lo que quiere. A partir de los 4 años el niño puede hablar con una perfecta coordinación y emitir sonidos, habrá conseguido una perfecta utilización del aparato fonador. El resto del proceso de maduración lingüística  y de estilo lo hará en el trascurso de su escolaridad.

Coordinación gestual

Es  la capacidad del ser humano de dominar los músculos de la cara para expresar sus sentimientos y emociones,  el aprendizaje y desarrollo se hace en dos etapas:
  • el dominio voluntario de los músculos de la cara.
  • la identificación como medio de expresión para comunicar nuestro estado de animo.
Por ejemplo: Cuando el niño aprende que reír, es expresar felicidad y que tener unos ojos muy abiertos, es expresar sorpresa,  amplía las posibilidades de comunicación y a la vez le permite marcar movimientos que influyen en su manera de relacionarse y tomar actitudes con el medio que lo rodea.



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